Why did I want to read it?

Me flipa Luis Muiño de Entiende tu mente, escuche el episodio de presentación (Entiende tu mente - Amar con cabeza) y como además andaba en esas lides en este momento (sin cabeza), me lo he merendado en un finde.

What did I get out of it?

Es nuestra Esther Perel! Muy rica la propuesta, con bastantes refs a papers!

la erotomanía, un delirio psicótico descrito por primera vez por el psiquiatra francés De Clérambault en 1921. Este problema de salud mental lleva al individuo que lo sufre a creer que es amado por alguien que no le ha dado ninguna muestra de cariño. (Location 23)

Lo curioso es que cuando oímos hablar de este trastorno tendemos a pensar en él como una enfermedad exótica y rara. Pero recientes estudios indican que su prevalencia es mayor de lo que pensábamos. Miles de personas padecen este trastorno psicótico en todo el mundo, lo que ocurre es que muchas veces el erotómano mantiene su delirio en secreto. (Location 28)

a nivel psicológico, también podemos hablar de toxicomanía. La mayoría de los problemas vitales que experimentan las personas que tenemos a nuestro alrededor están causados por el amor pasional. Se trata del tipo de trastornos vitales que provocan todas las sustancias adictivas: personas obsesionadas con su adicción que descuidan el resto de los aspectos de su vida, como la amistad, el trabajo, la familia o la salud. En la mayoría de los casos, el único efecto positivo (al igual que con cualquier droga) es la sensación de euforia del primer momento. (Location 43)

En su obra La transformación de la intimidad, el historiador Anthony Giddens estudia cómo el movimiento romántico contribuyó a sobredimensionar el amor pasional y a resaltar el enamoramiento y el deseo por encima de la estabilidad y el compañerismo. (Location 53)

El enamoramiento tiene siempre connotaciones positivas, aunque en una gran cantidad de casos sea perjudicial para la persona que vive ese estado. Cuando el flechazo acaba mal (o sea, casi siempre), lamentamos la elección de la persona, no el hecho de haber estado enamorados. Es como si cuestionásemos la elección de una determinada droga… en vez de la toxicomanía en sí. (Location 60)

es muy difícil encontrar ejemplos de baladas en las que se hable de la negociación en la pareja, de empatía hacia la otra persona o de crecimiento personal conjunto. (Location 78)

¿Es también posible que muchos otros fenómenos culturales sirvan, en realidad, para perpetuar la adicción amorosa? (Location 109)

El psicólogo Glenn Geher, uno de los investigadores que tratan de ofrecer explicaciones científicas para esta facilidad que tiene el amor para degenerar en un comportamiento tóxico, argumenta que, desde un punto de vista evolutivo, el rechazo nos lleva a la insistencia porque durante muchas épocas de la historia perder una relación aumentaba demasiado las probabilidades de quedar fuera del apareamiento, un callejón sin salida a nivel evolutivo. Las demostraciones de tiempo, atención y energía que hacen los adictos al amor, que ahora nos parecen ridículas, fueron en otra época adaptativas. Los competidores en la carrera del apareamiento podían rendirse ante un rival dispuesto a sacrificarlo todo, aunque en principio fueran ganando. (Location 123)

Fisher descubrió que las áreas del cerebro activadas durante las primeras etapas del enamoramiento son las mismas que se activan durante una adicción. (Location 134)

La pasión inicial, nos recuerda esta investigadora, nos inunda de hormonas como la dopamina y la oxitocina. La primera nos produce un continuo estado de éxtasis, que ni siquiera tiene que ver con que la relación esté funcionando bien. Por eso estamos hiperactivados y nos sentimos subjetivamente felices, incluso si la otra persona no nos corresponde en realidad. Bastan unas palabras esperanzadoras del otro para que volvamos a estar radiantes. (Location 139)

La segunda sustancia, la oxitocina, es la que nos genera una total confianza en la otra persona para que creamos que no nos puede hacer daño. Gracias a ella, damos por hecho que no hay ningún problema… (Location 142)

En el caso del refuerzo alterno, el hecho de no saber cuándo se va a recibir la recompensa mantiene al cerebro en un estado constante de expectativa y, por tanto, de activación. (Location 166)

El amor, en el siglo XXI, no se ruega, se conquista. Y gozar de una buena salud amorosa supone ser consciente de las diferencias entre el amor y la dependencia amorosa. En nuestra época no tiene ningún sentido aceptar una obsesión como una experiencia sana. (Location 200)

Hace más de treinta y cinco años que hago psicoterapia. Y la mayoría de las dificultades que veo en parejas tienen que ver con esa pulsión paleolítica que nos hace concentrarnos en que la pareja dure para siempre, en vez de centrarnos en vivir el presente. (Location 204)

incluso en amores que están funcionando, los síntomas adictivos son la peor parte del sentimiento, porque en el siglo XXI la prioridad no debe ser que el amor dure para siempre. (Location 211)

las personas que pasan mucho tiempo en las redes sociales tienen más probabilidades de experimentar celos en sus relaciones románticas. El estudio reveló además que las redes sociales pueden exacerbar los sentimientos de inseguridad y ansiedad en las relaciones que pueden implicar conductas obsesivas y adictivas. (Location 241)

Lo interesante de la limerencia es que se da cuando hay incertidumbre (recompensa variable):

La limerencia se define como un estado involuntario de profunda obsesión romántica por otra persona, acompañado de un deseo abrumador de reciprocidad. Tennov descubrió que la limerencia es más común en las primeras etapas de una relación, pero que puede persistir durante años si no se maneja de manera adecuada. (Location 249)

Reconvertimos, por ejemplo, nuestra pelusa visceral en motivación de logro y así conseguimos que la envidia insana del hombre de las cavernas se transforme en la sana competitividad del hombre moderno. (Location 273)

hay un asunto en el que parece imposible disimular nuestro lado ancestral: los celos. Esta sensación tan desasosegante está tan asociada al amor romántico que san Agustín afirmó: «El que no tiene celos, no está enamorado». (Location 278)

Somos descendientes de los que sintieron esos celos y aumentaron las probabilidades de supervivencia de su prole: los menos desconfiados se dedicaron a criar los hijos de los demás y no nos legaron sus genes. (Location 286)

investigaciones más recientes han revelado su lado más complejo, sobre todo en cuanto a los celos. Al aumentar la cercanía emocional, la oxitocina incrementa la sensibilidad ante posibles amenazas, como la infidelidad o la pérdida del ser querido, lo que hace que los celos florezcan cuando las personas sienten que su relación está en riesgo. (Location 300)

Un estudio publicado en 2014, por ejemplo, mostró que la administración de oxitocina intensificaba los sentimientos de celos en hombres y mujeres que ya experimentaban inseguridad con sus parejas. Este hallazgo sugiere que la oxitocina no actúa solo como un pegamento social, sino que también puede amplificar la ansiedad relacional. (Location 302)

La verdadera estrella del show hormonal de los celos es la vasopresina. Esta sustancia está relacionada con los comportamientos protectores hacia la pareja y con la monogamia. (Location 305)

David M. Buss, psicólogo evolucionista de la Universidad de Texas, se han convertido en clásicos a la hora de analizar otra diferencia entre hombres y mujeres. Su objetivo era tratar de analizar si existe algún patrón universal en los celos que indicara un origen biológico. Los resultados fueron rotundos: en todas las culturas, los hombres sufren más celos sexuales, y las mujeres, celos emocionales. (Location 333)

Según su hipótesis, los celos son un producto de la evolución que tiene como objetivo evitar la pérdida de relaciones importantes. Pero en una sociedad machista, los riesgos de la pérdida son distintos para hombres y mujeres. El óvulo es más caro biológicamente y eso lo convierte en un producto que hay que cuidar más. Y por eso una mujer tiene que estar segura de la inversión que hace. Un hombre, sin embargo, puede arriesgar espermatozoides dada su gran cantidad. Pero, eso sí, debe cerciorarse de que dedica los esfuerzos de crianza a sus propios genes. Es decir, tiene que asegurarse de que el hijo es suyo. (Location 338)

Llevo casi cuatro décadas haciendo psicoterapia y te puedo asegurar que pocas veces he visto que el celoso acierte. La inmensa mayoría de las veces se equivoca cuando siente peligro: o no lo hay, o sí existe, pero no con el individuo que nos hace ponernos celosos. (Location 372)

Bertrand Russell confesaba a su amada sus celos en los tres aspectos en los que se pueden basar las relaciones amorosas: sexualidad, intimidad y compromiso. En sus escritos, jamás intentó quitarle hierro a esa emoción. De esa forma, el filósofo intentaba evitar la «paradoja del que mira hacia otro lado»: (Location 414)

Los celos han evolucionado como un mecanismo de alarma que avisa de que estamos perdiendo la sensación de ser únicos para la otra persona. En principio, el estado de activación que generan es neutral. Nuestros actos posteriores podrán ser positivos o negativos, pero la señal de peligro en sí no es desadaptativa. (Location 417)

supuestamente, cuando estamos enamorados deseamos el bienestar de la otra persona. Aunque la realidad es que solo queremos que sea feliz cuando está con nosotros. La trampa de las hormonas nos lleva a sentir que toda alegría con otras personas sea peligrosa e inquietante. El efecto de los celos convierte el supuesto altruismo del que presume el amor pasional en un absoluto egocentrismo. (Location 500)

Aaron Beck, el investigador ya citado, identificó en su teoría de la depresión una serie de tendencias irracionales que acaban por llevar, de forma inevitable, a un estado de ánimo triste. (Location 572)

Un ejemplo de esos sesgos cognitivos es la sobregeneralización, que ocurre cuando se sacan conclusiones generales a partir de un solo evento o una serie limitada de experiencias. (Location 575)

un estudio realizado por Sprecher y Metts (1999), que mostró que las personas que creían en el amor romántico eran más propensas a exhibir un pensamiento dicotómico sobre sus relaciones. Cuando una relación iba bien, todo era perfecto, pero cuando surgían problemas, sentían que la relación estaba completamente rota. El pensamiento de todo o nada les impedía ver que las relaciones humanas son de manera inherente imperfectas y que las dificultades pueden solucionarse sin poner en riesgo toda la relación. (Location 608)

he tratado, por ejemplo, a muchas mujeres engañadas durante décadas por criptogays (homosexuales que simulaban amarlas) que han sido las únicas personas que no han visto sus claras señales de falta de deseo. En algunos casos acababan descubriendo que su pareja se acostaba con amigos suyos. Cuando se desenamoran y empiezan a recordar hechos y a unir puntos, se asombran de no haberlo sabido antes. Estaban enamoradas y no querían mirar. (Location 647)

Hay una línea muy fina entre la explicación de una conducta y su exculpación. (Location 655)

Otra frase irracional detectada por Ellis es: «No puedo tolerar el malestar». Activarla supone creer que no somos capaces de sobrellevar la incomodidad, el dolor o la frustración, a pesar de la evidencia contraria de que hemos podido con ello en ocasiones anteriores. (Location 695)

el amor romántico ha perdido vigencia en la narrativa porque, al igual que en el mundo real, el sacrificio que supone cada vez nos compensa a menos personas. (Location 794)

La libido, como energía vital, está en horas bajas. En una cultura cada vez más individualista, la mayoría de mis pacientes prefieren buscar la energía en otras motivaciones, como el logro, el poder, el dinero o la dopamina. (Location 796)

Incluso en culturas tradicionalmente colectivistas, la deriva es hacia el individualismo. (Location 815)

Los millennials y la generación Z, incluso en culturas colectivistas, buscan carreras y hobbies que les permitan expresarse y sentir satisfacción individual, y priorizan estos objetivos sobre las expectativas relacionales. Y la pregunta que podemos hacernos es: ¿No es esa la opción más sensata? Porque… ¿qué aporta en una sociedad así el amor romántico? ¿Por qué un ciudadano del siglo XXI iba a dejar de lado su crecimiento personal para embarcarse en una propuesta que incluye continuos celos irracionales, esclavitud de los caprichos de otra persona por culpa de su adicción y altibajos emocionales porque su pensamiento ha entrado en una montaña rusa de todo-nada? En nuestra cultura individualista, el ideal de amor romántico parece poco apetitoso. (Location 830)

La pareja es, también, un dilema del prisionero. Pasamos de optimizar nuestros objetivos individuales a buscar el bienestar común contando con que la otra parte hará lo mismo. Pero dependemos de que la otra persona se embarque en el proyecto conjunto con la misma fuerza que nosotros, porque de lo contrario nos arriesgamos a ser nosotros los perdedores. (Location 856)

Se diría que el principal problema para el sexo es que nuestra pareja esté cerca, lo cual, aunque parezca paradójico, tiene sentido en el siglo XXI: el sexo nos resulta trabajoso porque hay que relacionarse con otra persona para tenerlo. (Location 902)

mis pacientes cada vez encuentran menos sitio en su vida para el amor. (Location 927)

Pero en realidad económicamente sigue teniendo sentido (de hecho, algo incluso mayor, una red)

En el siglo XXI, con la creciente independencia económica y el cambio en la estructura de las familias, la utilidad del matrimonio ha cambiado. Ninguna de las funciones que hemos citado tiene vigencia en nuestra época, y por eso cada vez menos personas ven el matrimonio como una vía indispensable para asegurar una vida plena o estable. (Location 952)

El miedo al aislamiento es algo connatural en nuestra especie. La soledad existencial, la brecha infranqueable entre nosotros y los demás, es parte de la condición del ser humano. De hecho, la sentimos incluso en los momentos de mayor unión con otras personas. Nos sentimos a veces abandonados por hijos a los que queremos. Nos sentimos aislados en ciertos momentos, aunque tengamos buenos amigos. Y, a veces, como decía Joaquín Sabina, aunque estemos en medio de cálidas relaciones amorosas, acabamos por «recostar / nuestra cabeza en el hombro de la luna / y le hablamos de esa amante inoportuna / que se llama soledad». Estamos inevitablemente aislados de los demás. Y es necesario recordarlo aun en los momentos en que casi llegamos a estar en comunión con el otro. (Location 997)

No hay solución para el aislamiento existencial. Y menos aún en tiempos individualistas como los nuestros. (Location 1003)

Un estudio reciente de Smith y González (2023) halló que la sensación de soledad es igual de común en personas en pareja que en aquellas solteras, con lo que desafiaba la idea de que una relación romántica protege contra el aislamiento. (Location 1005)

¿Por qué iba a querer un single actual, que lleva una vida plena en todos los sentidos, entrar en una relación que le exige adicción al otro y sensación de pérdida del propio yo? (Location 1020)

cada vez más estudios en psicología muestran que la soltería elegida puede correlacionarse con altos niveles de satisfacción personal, independencia y hasta mayores logros académicos y profesionales. (Location 1023)

No obstante, creo que existe todavía un espacio para el amor. Somos muchas las personas que nos alimentamos de la libido, de la energía que se genera cuando nos vinculamos en profundidad con otra. La pareja ha dejado de ser un ritual de paso obligatorio impuesto por la costumbre, pero sigue siendo una buena alternativa consciente para aquellos que queremos nutrirnos con esa energía sin perder nuestra esencia como individuos. Querer a alguien ya no será una forma de escape a la soledad o la presión social, pero compensará si existe una conexión emocional profunda y una compatibilidad de valores y propósitos. (Location 1036)

Encontrar a ese individuo es realmente difícil: se tienen que dar muchos factores para que la fuerza que surja de la relación sirva para crear una nueva vida. Y por eso, para hablar de amor consciente, es necesario empezar por optimizar nuestras elecciones, en vez de dejarlas en manos de las hormonas, (Location 1052)

Esta concepción idealista del amor, perpetuada a lo largo de siglos por poetas, novelistas y cineastas, nos sugiere que la verdadera conexión amorosa surge de forma espontánea, sin necesidad de una evaluación racional. Describir el sentimiento como un «flechazo» habla de una conexión mágica y casi divina. Pero la ciencia sabe que hay muchas razones materiales ya caducas que sustentan ese momento supuestamente espiritual. (Location 1066)

A mí me gusta llamar a este efecto el síndrome de Romeo y Julieta: cuanto más difícil es una relación, más estimulante parece ser la otra persona, porque es fácil confundir la sobredosis de adrenalina con el amor. (Location 1081)

Según Fisher, «nuestro cerebro está programado para buscar signos de fertilidad y compatibilidad genética, pero estos factores no garantizan la felicidad ni la estabilidad en una relación a largo plazo». (Location 1096)

La memoria olfativa es la que de forma más directa se asocia a lo visceral. Nos besamos para intercambiar fluidos, medir nuestra compatibilidad biológica y olernos de forma sutil (el beso es un mordisco civilizado). Por eso la sensación de enamoramiento nos llega poco tiempo después del primer beso profundo en la boca. (Location 1104)

En realidad, según los científicos mencionados, la cuestión funciona al revés: una vez que sentimos el atractivo bioquímico, imaginamos que compartimos valores, gustos sexuales y risas. Pero esto solo son efectos secundarios de una tormenta química previa. (Location 1143)

Recordemos: partimos de la idea de que podemos vivir plenamente nuestra historia personal como singles, así que la pregunta sería… ¿Qué variables tiene que poseer la otra persona para que haya posibilidades de que me aporte ese plus que revolucione mi vida y la mejore? ¿Priorizo la apertura al cambio, la falta de narcisismo, la capacidad de negociación, la empatía, la resiliencia en los malos momentos, el hedonismo y la posibilidad de disfrute vital, la sexualidad, las habilidades de comunicación, la independencia económica, el proyecto de futuro común…? Como puedes ver, hay cientos de factores posibles. Mi propuesta es que cada persona se quede con cinco imprescindibles y otros tantos deseables en función de su propia forma de ser y su momento vital. Esas diez variables constituirían su decálogo personal. (Location 1165)

Las acciones hablan más fuerte que las palabras, y el comportamiento de alguien a lo largo del tiempo es un indicador mucho más fiable de su carácter y de cómo te tratará en una relación. ¿Cumple con sus promesas? ¿Te respeta incluso cuando no está de acuerdo contigo? ¿Es coherente en su comportamiento o cambia de personalidad según la situación? Un estudio publicado en Journal of Personality and Social Psychology reveló que el comportamiento es un predictor mucho más fidedigno de la satisfacción en una relación que las palabras. Los investigadores descubrieron que las parejas que mostraban comportamientos de apoyo y respeto mutuo eran más propensas a tener relaciones duraderas y felices, con independencia de lo que decían al principio. (Location 1182)

Los estudiosos de los cambios que están produciendo las redes sociales en las relaciones amorosas (por ejemplo, Sherry Turkle) hablan de ese efecto de enlentecimiento del ritmo hormonal. En internet conocemos al otro antes de intercambiar fluidos, olores y diversos condimentos del amor romántico. Podemos hacer preguntas antes de que la bioquímica haya actuado y nos haga inventarnos las respuestas a favor de la persona de la que nos hemos enganchado. Y eso es lo que está ocurriendo. Poco a poco, los seres humanos empezamos a hacer preguntas tabú antes de caer en las redes del amor. (Location 1306)

El amor consciente que propongo en este libro para eludir la trampa de las hormonas debe comenzar de otra manera. Para ello, debemos hacer acopio de tolerancia a la tensión, porque muchas veces el otro querrá evitar ciertos temas y tendremos que «forzarle» a hablar de ellos. (Location 1314)

En el mundo moderno, el amor puede seguir siendo la respuesta, pero antes tenemos que reformular las preguntas. (Location 1320)

Sabía que en el amor consciente nos servimos de la fuerza de la libido sin acabar siendo esclavos de ella. Hablando abiertamente de sus sentimientos, quitándole hierro y buscando las inseguridades que los causaban, Russell consiguió evadir la trampa de esa fuerza en principio destructiva y usarla para crecer como persona. En su libro Matrimonio y moral escribió: «Una vida no puede fundarse en el miedo, la prohibición y la mutua interferencia de la libertad. (Location 1335)

Se dio cuenta de que la mejor forma de eludir la inseguridad es acentuar las cualidades propias, no tratar de luchar contra las virtudes de nuestros rivales. (Location 1341)

El celotípico es alguien que cree ser mártir y acaba martirizando. (Location 1350)

Cuando sentimos que la otra persona no nos prioriza, suele ser en un aspecto concreto: la sexualidad, el compromiso, los planes conjuntos, la intimidad, la química intelectual… Russell se centraba en aquello en lo que ya no se sentía único para lady Morrell, no generalizaba el resto de la relación. (Location 1364)

A partir de ahí, trataba de reconquistar ese territorio, recurriendo a las estrategias que antes le sirvieron para convertirse en alguien exclusivo en ese sentido. Para ello se marcaba un objetivo que le sirviera para evaluar si la «reconquista» había tenido éxito. (Location 1366)

Somos aquello a lo que atendemos Para desarrollar ese tipo de lazos es esencial dedicar mucha de nuestra energía emocional al asunto amoroso. Como decía Antoine de Saint-Exupéry en El principito, «es el tiempo que has perdido en tu rosa lo que hace a tu rosa tan importante». (Location 1459)

Weil nos invita a pensar en el amor no solo como una emoción o un impulso, sino como una elección y un esfuerzo de enfoque constante en la otra persona. (Location 1486)

Para ella, el amor nutritivo es aquel que se construye al sostener una atención pura y constante en el ser amado y que evita reducirlo a una proyección de nuestras propias necesidades, deseos o miedos. Esta forma de atención evita que caigamos en la instrumentalización del otro que hace el amor romántico, porque vemos a quien amamos no solo como un refugio para nuestras carencias, sino como una persona completa y única en su individualidad. (Location 1487)

En un mundo donde es tan fácil distraernos porque estamos rodeados de «depredadores de atención», donde las relaciones a menudo se construyen sobre proyecciones o sobre el miedo a la soledad, Weil nos recuerda que el amor verdadero no consiste en fusionarnos con el otro, sino en sostener la distancia necesaria para contemplar su libertad y su misterio. (Location 1496)

es importante no dejar de trabajarnos a nosotros mismos a medida que vamos relacionándonos con el otro. Eso supone, sobre todo, dedicar fuerzas y tiempo (de calidad) a los objetivos vitales que las dos personas comparten. No se trata de caer en la gran trampa del amor romántico, en «fusionarse» y olvidar los proyectos individuales, pero tampoco sirve pasarse al individualismo egoísta, en el que no nos arriesgamos nunca a conectar del todo con otra persona. El punto medio es priorizar la pareja mientras sigo con mi vida individual, ofreciendo esa atención plena que demandaba Weil. (Location 1513)

Otra cualidad que tenemos que cultivar (y que nunca aparece en la narrativa romántica) es la tolerancia a la tensión interpersonal que supone la continua resolución de conflictos en pareja. (Location 1518)

El tiempo en común nos hace perder paciencia a la hora de tomar decisiones en común. Y por eso es importante cultivar el hábito de hablar de emociones «suaves» (tristeza, miedo, soledad…) antes de explotar con sentimientos «duros» (ira, resentimiento, venganza…) (Location 1521)

el psicólogo Arthur Aron en 1997 se demostró que la introducción de actividades novedosas y emocionantes en la vida en pareja ayudaba a reavivar el sentimiento de conexión y atracción. (Location 1596)

El estudio de Barbara Fredrickson sobre los «micromomentos de conexión positiva» (2008) demostró que los gestos cotidianos de afecto y gratitud aumentan de manera significativa la satisfacción en la pareja. No es necesario que sean grandes gestos; basta con compartir una risa o dedicar unos minutos a escuchar sinceramente al otro. Estos «micromomentos» ayudan a mantener viva la conexión emocional en la pareja y evitan que el amor compañero se vuelva distante o en exceso rutinario. (Location 1611)

Rainer Maria Rilke, quien en Cartas a un joven poeta escribe: «El amor consiste en que dos soledades se protejan, se limiten y se saludan mutuamente». (Location 1615)

Somos descendientes de aquellos que siguieron con su relación de pareja, aunque se llevaran fatal, porque en épocas duras la estrategia ganadora es juntar fuerzas para sacar adelante a los hijos. (Location 1646)

imágenes icónicas que impregnan el imaginario colectivo y nos hacen creer que terminar un idilio, aunque no satisfaga, es una tragedia vital. Hay un fenómeno que como terapeuta me llama la atención y que muestra el impacto de esta forma irracional de ver el mundo: nos sigue entristeciendo enterarnos de la ruptura de una pareja de amigos o familiares, aunque debería ser una estupenda noticia por la liberación que supone para los dos implicados. (Location 1653)

En la vida real, sin embargo, pocas veces sabemos toda la verdad cuando una relación se acaba. Por salvaguardar su imagen, la otra persona nos oculta, en muchas ocasiones, cuáles han sido los motivos reales para la ruptura. (Location 1749)

Otro de los obstáculos para el duelo amoroso es nuestro ego. A veces nos alejamos de ciertas personas dando pasos hacia atrás para continuar mirándolas porque seguimos a vueltas con los fallos de ese individuo. Nos negamos a aceptar la imposibilidad del cambio porque nos cuesta asumir que fuimos nosotros los que cometimos un error al elegir a esa persona. (Location 1760)

Planificar nuestra cotidianeidad y tratar de mantener los planes aunque nos invada la nostalgia es una buena táctica. (Location 1769)

recuperar el territorio mental y emocional que has cedido a otro. (Location 1802)

Cambiar el look. Cuando cambiamos nuestro aspecto físico, los demás empiezan a tratarnos como a una persona nueva. (Location 1822)

Focalizarnos en un determinado proyecto nos permite ignorar todo aquello que no tenga nada que ver con esa meta, incluyendo los posibles aguijonazos que convocarían nuestros recuerdos. (Location 1829)

las actrices Sarah Paulson y Holland Taylor han hablado de su relación de una manera que algunos consideran «platónica». A pesar de ser pareja en términos amorosos, ambas valoran la conexión emocional y la amistad profunda que las une por encima de la relación tradicional de pareja. Este vínculo está marcado por el apoyo mutuo, los intereses compartidos y una admiración genuina, más allá de la intimidad romántica. Su vínculo ejemplifica cómo una relación de pareja también puede basarse en la amistad y la complicidad, sin enfocarse exclusivamente en la dimensión romántica. (Location 1913)

Lo dice un proverbio escocés: «Ya no merece la pena casarse por dinero, porque se pueden conseguir préstamos más baratos». (Location 1933)

Como en Micropolítica del amor.

En vez de seguir el modelo rígido de pareja que nos proponía ese ideal caduco, inventan formatos de unión diferentes, basados en las diferentes necesidades que tenemos los seres humanos. El amor consciente se construye a medida, no parte de un formato rígido, y por eso lleva a la diversidad, una estrategia más adaptativa en el siglo XXI, en la que los objetivos de cada persona son diferentes. La (Location 1937)

Amor líquido, Zygmunt Bauman señala que las relaciones modernas se caracterizan por su flexibilidad y adaptabilidad. Según este sociólogo, «en un mundo marcado por la incertidumbre, el amor debe fluir y adaptarse a los cambios». Esto no significa que el amor sea efímero o frágil; al contrario, implica que necesita una estructura abierta que permita la evolución individual de cada miembro de la pareja. (Location 1951)

el amor nutritivo se compone de tres elementos esenciales: intimidad, pasión y compromiso. (Location 1963)

En terapia veo que, además, esta sensación dispara un mecanismo en cadena que renueva la pareja: la autorrevelación fomenta el agrado y el agrado fomenta la autorrevelación. (Location 1980)

Uno de los estudios que más me divierte acerca de ellos fue realizado por científicos de la Universidad de Liverpool. Se llegó a la conclusión de que cuanto más tiempo convive una pareja y acentúa su intimidad, más crecen las similitudes físicas entre sus miembros. (Location 1988)

En el amor sano la pasión va más allá de la atracción física: abarca el entusiasmo compartido, el deseo de ver al otro florecer y la alegría de crear juntos nuevas experiencias. (Location 2001)

la pasión se alimenta a través del descubrimiento y la creatividad compartidos, se nutre de los proyectos personales, porque no surge de una posesión excluyente, sino del deseo genuino de ver al otro crecer y expandirse. Estudios en neurociencia muestran que la dopamina, el neurotransmisor del placer, se activa no solo en la atracción inicial, sino también en actividades compartidas que generan entusiasmo y logros en común. (Location 2010)

compromiso no surja de la obligación ni de una promesa rígida, sino de una elección que se renueva diariamente. Se trata de que las dos personas tengan proyectos comunes, busquen objetivos similares e imaginen el futuro de forma parecida, mientras, a la vez, mantienen su espacio personal. El mundo común se convierte en un ancla que permite que ambos miembros de la pareja se sientan seguros para explorar y crecer. (Location 2020)

Un estudio realizado por la Universidad de Brunel en Londres encontró que el 43 por ciento de las parejas que compartían constantemente publicaciones sobre su relación en redes sociales lo hacían para compensar la inseguridad que sentían sobre la misma. (Location 2040)

Intercambiar los papeles. Uno de los fenómenos que convierte en rutinaria la vida de pareja es la asignación de papeles estereotipados. Siempre es la misma persona la que planifica las actividades, elige la ropa, decide las vacaciones, toma la iniciativa en las relaciones sexuales, etcétera. Da mucha vida a la pareja cambiar ese hábito, intercambiemos los roles de la pareja durante un tiempo. (Location 2069)

Ponernos un reto como pareja. Se trata de explorar juntos algún aspecto nuevo de nosotros mismos. Como hemos dicho, el amor nutritivo da energía para crecer juntos, tiene que consistir en algo más que mirarnos el uno al otro y hablar de nuestra relación. Podemos empezar a hacer deporte juntos, introducir juguetes eróticos en nuestra vida sexual, viajar a algún lugar atractivo que suponga una aventura… Tiene que ser algo diferente y agradable. (Location 2072)